Se retrasa la edad de jubilación hasta los 66 años y 2 meses para aquellas personas que hayan cotizado menos de 37 años y 6 meses, y hasta los 66 años y 2 meses para aquellas personas que hayan cotizado más de 37 años y 6 meses. Por tanto, se ha aumentado en 2 años la edad de jubilación.

No obstante, en la reforma se prevé que estas edades vayan aumentando progresivamente.

También se han aumentado, por lo que a partir de enero, se tendrán en cuenta las bases de cotización de los últimos 25 años. Por lo que se ha aumentado en 1 año la base de cotización.

El divisor que se aplicará a la base será de 350, mientras que hasta ahora era 336.

Se ha previsto que los 1 de enero de cada año, las pensiones aumenten en función del Índice de Precios de Consumo (IPC) del año anterior. En el caso de que este indicador sea negativo, las pensiones se mantendrán intactas, es decir, no se reducirán en función del porcentaje que haya bajado el IPC.

Se ha establecido una subida del 1,9% de las pensiones a partir de 2022, por lo que la cuantía media de las pensiones aumentaría de la siguiente forma:

• La pensión de jubilación aumentará en 23 euros al mes.
• La pensión de incapacidad permanente se incrementará en 19 euros al mes.
• La pensión de viudedad subirá 14 euros al mes.
• La pensión de orfandad tendrá un incremento de 8 euros al mes
• La pensión a favor de los familiares subirá 12 euros al mes.

Tanto en la jubilación anticipada voluntaria, como en la jubilación anticipada involuntaria, se van a modificar los coeficientes reductores de la pensión de las personas que las solicitan, por lo que, a partir del 1 de enero, serán mensuales (hasta ahora, eran trimestrales) y se aplicarán sobre la cuantía de la pensión (y no sobre la base reguladora).

En el caso de que el trabajador alargue su vida laboral, ello se verá recompensado, y tendrá un 4% de la base reguladora por año trabajado.